¿Es importante el corte de la calle del campo?

¿Es importante el corte de la calle del campo?

Golf Digest entrevistó a los mejores greenkeepers de España para que nos cuenten sus trucos de mantenimiento

Hace cincuenta años, las segadoras de los campos de golf parecían cosechadoras y en los años 70 empezaron a utilizarse unas cortadoras más pequeñas y ligeras para llegar hasta los últimos rincones del campo. En esa época hubo greenkeepers que descubrieron su vena artística y empezaron a cortar la hierba en diagonal o en cuadrados como tableros de ajedrez.

Sin embargo, en los últimos años parece que se ha vuelto al sistema tradicional de “ida y vuelta”. Al parecer, los cortes diagonales necesitaban muchos giros que dañaban el césped. Hemos pedido a los responsables de los mejores campos de España que nos expliquen cómo lo hacen ellos y cómo puede influir el corte de la calle en la distancia de los golpes a la salida del tee.

Tony Bonnet – Golf La Moraleja

Hay dos variables en la siega de las calles que influyen en la distancia que los jugadores pueden conseguir con sus golpes:

  1. La altura del corte: cuanto más alto sea el corte, más resistencia ofrecerá la hierba y, por lo tanto, la bola rodará menos. Además, la calle se presentará más mullida, otro factor que ralentiza la rodada. Por el contrario, cuanto más bajo sea el corte, menor será la resistencia y la calle estará menos mullida: la bola rodará más.
  2. La dirección del corte: la hierba segada a favor del golpe facilita que el jugador consiga más distancia; mientras que la hierba segada en contra dirección, frena la bola.

Pocos campos (prácticamente ninguno) siegan sus calles completamente en la misma dirección, puesto que requiere una alta inversión tanto en maquinaria como en personal.

Augusta es un ejemplo: una de las formas de dificultar el campo para los profesionales es cortar las calles y el rough en contra de la dirección del golpe. La mayoría de los campos siegan o en rayas o en split (media calle en cada sentido).

Juan J. Gallardo – Golf Santander

Mantener el césped de las calles uniforme y sin faltas constituye un objetivo fundamental. El golf debe practicarse sobre una superficie lo suficientemente firme como para que las bolas rueden una distancia aceptable después de su aterrizaje. Y si además está verde se dará la situación ideal.

Una superficie muy húmeda reduce la distancia de rodadura de la bola después de impactar en el suelo. Y una superficie muy seca, por el contrario, puede extender la distancia de un golpe injustificadamente. Se da una situación similar con la altura de corte.

A más altura, menor distancia de rodadura y viceversa. Estos dos factores, humedad y altura de corte del césped, son los que principalmente determinan cómo se comporta una calle para la práctica del golf, sin olvidar la variedad de césped y las condiciones meteorológicas.

Un campo de golf requiere un 10% de conocimiento, un 10% de arte, un 10% de suerte y un 70% de drenaje. Los céspedes de clima frío, utilizados en la mitad de España, sufren durante las épocas de calor. Su mantenimiento es sumamente difícil y es casi imposible mantenerlos duros y firmes, excepto cuando estén perfectamente construidos. Nunca será lo mismo jugar a las 8 de la mañana que a las 5 de la tarde.

David Bataller – PGA Catalunya Resort

El Stadium Course del PGA Catalunya tiene un «Tournament Set Up» de sólo siete hectáreas de calles, esta superficie es la mitad que suele tener un campo medio debido a que el ancho es solo de 20-25 metros y en los par 3 el fairway es inexistente.

El corte del césped se mantiene a 10 mm de altura todo el año, de manera que el contacto bola-cara del palo en el impacto es límpio y sin hojas en medio para no perder efecto. La presentación del sentido de corte puede ir desde corte cruzado «Diamond» a un color como se hizo en el Open de España de 2014, donde las calles se segaron en un solo sentido y de tee a green para evitar que los jugadores tuvieran referencias y para que rodaran más los golpes de drive.

Adolfo Ramos – Real Club Valderrama

Las calles, al igual que los greenes, tees y bunkers, son claves en el desarrollo del juego. Y para que cumplan con las expectativas, deben tener una buena densidad, uniformidad, suavidad en la rodadura de bola y firmeza. Esto se consigue con el corte, con unas alturas entre 8 y 20-25 mm. La altura y número de corte irán en función del presupuesto, tipo de hierba, suelo, clima y preferencias de los jugadores.

Son muchos los patrones a seguir en un corte de calle. Desde un mismo sentido de corte, dos únicos sentidos o cortes como “largo”, “corto”, “derechaizquierda”, o “izquierdaderecha”. En torneos es normal remarcar las líneas, eso lo conseguimos cortando por la misma línea durante varios días.

Las diferentes tonalidades de verde (clarooscuro) son el resultado del efecto del rulo. Siempre que veamos la línea de verde claro estaremos a favor del sentido del corte de la calle. Asimismo, con el corte no sólo mejoramos la jugabilidad de la bola, también hacemos la calle mucho más atractiva a la vista.

 

Fuente: Golf Digest

 
 
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