Sí al Ejército

Sí al Ejército

Me declaro rotundamente pacifista, y en los tiempos que corren, más. Necesario disentir en la democracia (o en cualquier tipo de gobierno), en la era de las redes sociales…Pero mucho más necesaria la madurez para asimilar que existe más de una postura válida para tal o cual tema. Aplica para la vida, la política y el deporte por igual. La discusión enriquece el diálogo, pero es en el respeto donde se encuentra la verdadera riqueza del mismo.

Por Fernando Garza

La beligerancia ha dado como resultado (en Latinoamérica y en el mundo entero) a través del tiempo, básicamente, dos cosas: Deudas (no solo de dinero) y heridas psicológicas que acompañan a un pueblo por muchos años, a causa del dolor (sin mencionar una tercera, la prosperidad de industrias particulares, como las armas).

Quizás si habláramos de las guerras libradas en el siglo XIII o XIV, notaríamos que el solo hecho de conseguir la libertad, era el común denominador. Pero no lo es (salvo excepciones) en estos tiempos. Ahora todo tiene que ver más con la plata, el dinero, la pasta.

Los ejemplos abundan, y no pretendo en estas líneas tratar de describir lo que significó para el pueblo argentino la guerra con el Reino Unido. O para Colombia, la guerra contra el Narco de los 90´s, o para los venezolanos la guerra de los mil días. A México ni lo mencionaré en este tema, el dolor es muy grande, nuestra guerra sigue.

Latinoamérica es como un gran patio de un colegio. Y es normal que unos se junten mas que otros. Es “normal” la posibilidad del conflicto. La amistad está disponible para todos, pero no suele “cocinarse” entre todos. Es un gran patio en el que podrás conocer a todos los chicos en diferentes momentos, coquetear con algunos, abrirte sinceramente con otros, pero sabiendo que al volver al salón de clase, tu compañero de un lado será siempre el mismo. Al vecino no se le escoge y con eso hay que vivir.

A Uruguay, por ejemplo, se le conocer por no buscar muchos problemas. Tiene solo dos vecinos, así que tampoco tiene muchos motivos. Cuando se siente presionado voltea al mar y se acabó cualquier posible riña.

El Perú tiene la sangre caliente y ha participado en algunas riñas dentro del patio, aunque parece que la influencia asiática de pronto le trae una calma extraña y así emancipa los demonios de la guerra. Vuelve a su pupitre y se pone a cocinar.

México es el chico que sabe que si le falta dinero para su snack, podrá siempre pedírselo a su vecino del norte (que busca dominar el patio), aún sabiendo que al pedir prestado hipoteca su futuro está en libertad. México disfruta mucho después del colegio, es especialista en invitar a los chicos a su casa y armar la fiesta, aunque no haya mucho que festejar.

Mientras México festeja, probablemente Brasil esté armando un partidito, se sabe bueno y lo aprovecha. A Argentina le gusta retar, pero prefiere hacerlo en casa, le viene bien jugar como local.

Venezuela suele levantar la mano buscando participar, pero no lo dejan jugar mucho. Eso sí, arrasa en los concursos de belleza. Un país polarizado y dividido últimamente, continúa con la firme idea de que hay una raíz más poderosa (la vasta cultura) que mantiene con esperanza y unión a los millones que se tuvieron que ir ya del patio hace más de 20 años.

Muchos niños en el patio, y cada uno aportándole una parte de la identidad a esta hermosa tierra. Y así, quizás de “milagro”, una Latinoamérica diversa, dudosa, saqueada, esperanzadora a la vez, funciona en el patio en el cual se sabe, en plano se marcaba de 35 hectáreas, pero después de que los gobiernos “inspeccionaran” el proyecto, quedó en 15. Un patio en el que el sueño último es que todos los niños jueguen al mismo tiempo. Personalidades distintas, pero con un mismo objetivo (hacer mas fuerte a la región).

Y sí, amigos. Es posible. El golf viene a ser el “cómo”.

Imaginé la necesidad de formar a chicos que pudieran expresarse bien, que entendieran los valores que les fueron inculcados. Chicos que respetaran y se hicieran respetar. Chicos que vinieran de la cultura del esfuerzo, la disciplina. Chicos que respetaran el patio y cuidaran de él, pero que quisieran “hacerlo suyo”, es decir, dejar huella. Una huella para inspirar y motivar. Para seguir a través de las generaciones con el circulo virtuoso que genera en este caso, el deporte. Chicos que se saben capaces de TODO. Había que formar un ejército lleno de gente como tal.

Y de pronto llegó, específicamente a inicios de Abril, un chico de 25 años de Bogotá ofreciendo su tiempo y esfuerzo para formar el proyecto de la región en los siguientes años. “Me inspiré en un compatriota”, empezó diciendo. Pero vengo aquí de manera humilde a reafirmar que podemos lograr lo que nos propongamos. Sebastián tenia en Camilo al perfecto ejemplo de lo que significa “cima” en el golf.

Al ver cómo se abalanzaba al proyecto, un chico tímido, de una ciudad pequeña de México se acercó y dijo: Yo lo único que sé es trabajar, pero lo hago contra todo y de manera muy disciplinada. El Camarón llevaba tiempo queriendo entrar a ciertos salones de la escuela, sin éxito. En el patio encontró gente que le fue mostrando el camino. José de Jesús estaba listo para ser parte del grupo.

Al ver que El Camaron se sumaba, otro mexicano gritó -Ey! yo conozco bien el lugar a donde quieren ir, sólo es cuestión de que me den otra oportunidad. Así, Carlos, pleno en el ámbito familiar y con un golf muy maduro, se sumó al ejercito con una simple misión después de haber vuelto a llegar: mantenerse.

– Que tu ya conoces el lugar? dímelo a mí!, exclamó un bajito con acento argentino. – Les propongo algo! si me incluyen en el grupo, del mate y las tees me encargo yo. Julián, sabiéndose parte del máximo tour del mundo, aprendió que con humildad se puede volver.

Y así, el fin de semana pasado, se gestaba en el patio del colegio una bocanada de aire fresco para este ejército que recorre países a lo largo de meses buscando un sueño en común. Este aire fresco se suma a los chicos maduros del colegio, que por el momento no se encontraban, pero que se sabe son inamovibles en cualquier proyecto para el año que viene. Emiliano, con su humor y su consistencia. Jhonny con su poder y su garra. Abraham con su precisión y su paciencia, y Joaquín, con su irreverente juventud, serán el complemento de un año, de un proyecto que se antoja único y quizás irrepetible. Me atrevo a decir que será el mejor año, el 2019, para el golf latinoamericano en la historia.

Tenemos un ejercito diverso, cada quien habiendo tenido un camino distinto para llegar a este patio, pero unido en los tiempos en los que hay que sacar el barco adelante, en los tiempos en los que hay que dar un silbatazo en el patio para recordarnos quiénes somos como equipo, y por qué estamos aquí.

Y saben qué? Me declaro pacifista, pero si lo que tenemos como arma letal es un ejercito como el que han logrado armar estos pedazos de jugadores, me da ilusión la militarización del continente entero.

Bienvenido PGA Tour!

 

Fuente: Golf Channel Latinoamérica

 
 
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