Criterios para mejorar el uso y consumos de agua en los campos de golf

Criterios para mejorar el uso y consumos de agua en los campos de golf

Con este artículo, se pretende enfocar los diversos criterios que deben ser  considerados al momento de realizar un diseño de un sistema de riego para un campo de golf, las medidas que deben  adoptarse para mantener el ahorro de agua, las políticas de fomento para la reutilización del agua en los campos de golf y las actuaciones recientes en cuanto a la reutilización de las aguas.

El diseño de un campo de golf y la utilización eficiente del agua

El consumo de agua en una cancha de golf, como en cualquier otro tipo de instalaciones, bien sea para uso deportivo, industrial o agrícola, supone una partida importante de los costos de mantenimiento. Además, en los últimos años, la escasez de este preciado líquido, provocado en parte por los cambios climáticos que afecta a todos los ámbitos territoriales, esto debe incentivar la utilización de tecnologías que permitan un uso eficaz, con el consiguiente ahorro de este recurso cada vez más valorado.

Se pueden constatar deficiencias en el diseño o en el funcionamiento de las instalaciones. Por ejemplo, dada la amplia extensión de los campos de golf con más de 40 hectáreas, y la topografía irregular de los mismos, si se quiere conseguir una correcta distribución del agua, serían recomendables dos o tres cabezales de riego. En casos habituales solo existe solo uno exclusivo. En el diseño de un campo de golf, se debe considerar que este debe estar completamente integrado en el ciclo del agua y en su entorno natural. Desde una perspectiva ecológica, debe adaptarse a las características del entorno. Disponer de información climática, hidrogeológica, edafológica y biológica es esencial para la planificación y la gestión del riego.

En este sentido se debe promover que para el diseño de un campo de golf, entre otros factores, se tome en consideración: la ubicación geográfica del campo y la influencia de factores como el viento; el tipo de disponibilidad del riego; los costos de la electricidad y el agua disponible y los días y las horas en los que más influye el viento. El diseño y construcción de un sistema de riego eficaz requiere considerar el ahorro de agua, el ahorro de electricidad, la utilización de especies poco exigentes en el consumo de agua y proporcionar plantas de bajo consumo hídrico o el empleo de plantas xerófilas  donde sea posible. Así, los procesos que se dan para el diseño de un buen sistema de riego deben seguir las pautas siguientes: en primer lugar, establecer una consulta a todos los participantes en el diseño. Así mismo, planificar adecuadamente las áreas que se van a regar y el tiempo de riego de las mismas. Es, por tanto, básico seleccionar el sistema de válvulas y de aspersores y hacer una instalación de calidad con el fin de evitar la pérdida de agua tanto como sea posible. A ello, se une seleccionar adecuadamente el tipo de césped y ajustar al máximo las necesidades hídricas, así como asegurar desde el inicio del proyecto que se dispone del volumen de agua suficiente y que la misma tiene una calidad apropiada para el riego del césped elegido apropiadamente. De la misma forma, será imprescindible estudiar la posibilidad de incorporar sistemas de mejora de la calidad del agua si el agua de la que se dispone no es suficientemente buena. En este proceso, deben añadirse los elementos de buen diseño:

  • Es recomendable que la disposición sea preferentemente de tres filas de aspersores por fairway, con el fin de asegurar una distribución adecuada de la precipitación.
  • El sistema de riego debe garantizar la perfecta distribución del agua que necesita el césped en las distintas partes del terreno de juego y, por tanto, optimizar el riego.
  • Además, se debe garantizar que la red de riego cumpla las características de adecuación ambiental, sobre todo en lo que hace referencia al gasto de agua y a la calidad de los materiales.
  • Así, se recomienda utilizar sistemas de programación del riego y disponer de una estación meteorológica que permita la suspensión del mismo si hay precipitación significativa.

Criterios para mejorar el consumo del agua

En este sentido, comentará sobre los elementos más destacados que se emplean para la mejora de los consumos de agua en los campos de golf. En primer lugar, es imprescindible emplear, en los rough y waste areas, especies tolerantes a la sequía y desarrollar diseños paisajísticos de acuerdo con este criterio. Así, se deben tomar medidas para conseguir la menor evapotranspiración posible, realizando riegos en el momento adecuado a fin de lograr una máxima eficiencia de riego. Por ello, se recomienda realizar las aplicaciones de agua de riego de noche o en las primeras horas de la mañana, cuando la evaporación y el viento son menores. Es también recomendable utilizar céspedes resistentes a condiciones de estrés fisiológico provocado por la falta de agua y malas condiciones de suelo y agua. A ello ayuda el empleo de agentes de retención de humedad en la mezcla de enraizamiento. De ser necesario, habría que emplear nuevos métodos o técnicas, como el riego subterráneo, la fertirrigación, la xerojardinería, la automatización integral de los sistemas de riego, la instalación de equipos aptos para aguas más agresivas o de redes de drenaje que permitan recuperar cualquier excedente de agua que se genere por la lluvia y el riego. Dichos métodos deberían generalizarse y ser acompañados por una mayor planificación y control por parte de las administraciones competentes. De esta manera, se podrían evitar medidas drásticas como la suspensión del riego, que es inadecuada para afrontar la falta de agua, ya que supone la pérdida de mano de obra y de terrenos difíciles de recuperar.

Para poder realizar un seguimiento exhaustivo para el ahorro del agua, habría que seguir las siguientes recomendaciones:

  • Comprobar regularmente el sistema de riego, con el objetivo de minimizar las fugas.
  • Utilizar, en la medida de lo posible, los recursos hídricos alternativos que tengan menor impacto sobre el suministro de agua local y considerar la posibilidad de obtener agua por la capacidad de almacenamiento.
  • Crear barreras y rompe vientos en lugares expuestos para reducir las pérdidas por evapotranspiración.

El consumo de agua de un campo de golf depende del grado de eficiencia de los sistemas de riego empleados. En la actualidad, son fundamentalmente dos los mecanismos utilizados para conseguir una máxima eficiencia: el diseño de la red de riego y la incorporación de sistemas de monitorización de las necesidades de los cultivos. El otro conjunto de instrumentos que permiten la optimización del recurso hídrico son las estaciones centrales de riego, las estaciones meteorológicas y las sondas de humedad, que, en conjunto, adaptan la dosis de riego a las necesidades diarias de agua de los cultivos. La función de la estación meteorológica es determinar, a partir de la temperatura, la insolación diaria y el viento, la evapotranspiración diaria potencial, de forma que la dosis de riego se adapte a ella. Las sondas de humedad son soluciones menos utilizadas, debido a que las condiciones del suelo de un campo de golf pueden variar mucho de unas zonas a otras. Las estaciones centrales de riego reciben e interpretan los datos suministrados por la estación meteorológica y las sondas de humedad, y calcula la dosis de agua que es preciso aplicar. La mejor forma de fijar las necesidades mínimas de agua en el suelo, manteniendo una cubierta vegetal adecuada, es mediante el control sistemático de las variaciones de humedad de las distintas zonas del campo.

El uso de agua reutilizada en los campos de golf

Desde el punto de vista hidrológico, el golf se convierte en una amenaza, por la sobreexplotación de acuíferos, así también en una oportunidad, debido a la utilización de aguas residuales. El agua es un bien escaso susceptible de uso alternativo, que se reducen cuando se trata de aguas residuales. En el caso concreto del golf, pueden implicar un considerable ahorro de este recurso tan preciado. A ello hay que añadir que hay aguas residuales que no son idóneas para su uso agrícola, por la contaminación para los alimentos por la acumulación de sólidos totales, y en cambio son aptas para el riego de un campo de golf. La reutilización planificada del agua tiene múltiples beneficios, entre los que cabe destacar los siguientes:

  • Un aporte adicional de recursos hídricos, bien sea en forma de recursos netos, o bien de recursos alternativos que permiten liberar recursos de agua de mejor calidad.
  • Una disminución de los costos de tratamiento y de vertido del agua residual. La reutilización de un agua ofrecerá una clara ventaja económica cuando los requisitos de calidad del tipo de reutilización considerada sean menores que los establecidos por los objetivos de calidad del medio receptor en el que se ha de realizar el vertido del agua residual depurada.
  • Una reducción del aporte de contaminantes a los cursos naturales de agua, en particular cuando la reutilización se efectúa mediante riego agrícola, de jardinería o forestal.
  • El aplazamiento, la reducción o incluso la supresión de instalaciones adicionales de tratamiento de agua de abastecimiento.
  • Un ahorro energético y una menor producción de dióxido de carbono, al evitar aportes de agua desde zonas alejadas a la planta de regeneración de agua.
  • Un aprovechamiento de los elementos nutritivos contenidos en el agua, especialmente cuanto se utiliza para riego agrícola y de jardinería.

Conclusiones

El diseño de campos de golf en actual debe promover en el ahorro de agua, siendo este uno de sus ejes fundamentales, motivado por la escasez de este recurso y por su elevado costo. La instalación de una buena red de riego, la disponibilidad de una estación meteorológica y el uso de programas informáticos adecuados son los tres pilares de la eficiencia en el consumo de agua en un campo de golf. Las legislaciones autonómicas manifiestan el interés de los gobiernos regionales por una buena gestión ambiental de los campos de golf, por ello insisten en la necesidad de utilizar aguas depuradas para el riego de los mismos. De ahí que cada vez es más frecuente el riego de estas instalaciones con dichos recursos hídricos. No hay límite a la construcción de este tipo de infraestructuras deportivas asociadas en los últimos años a grandes complejos urbanísticos, que generan aguas residuales insuficientes para el riego de los campos de golf, dado el carácter estacional que, en la mayoría de los casos, tiene su uso residencial. En el sector profesional dedicado a la gestión de los campos de golf, deberían existir comités que promueven auditorías que certifiquen las buenas prácticas de mantenimiento mediante una marca que acredita su calidad. Las distintas administraciones, como responsables de la gestión del agua, deberían impulsar el cumplimiento de unos principios que son básicos para el control del consumo de agua, y sobre todo de su calidad.

 

AVENSUCAD
Ing. Agr. Alexis Pinto Vega

 
 
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