Beneficio de campos de Golf Roughs: Uso de insecticidas, conservación de polinizadores y Protocolos para la protección de abejas

Beneficio de campos de Golf Roughs: Uso de insecticidas, conservación de polinizadores y Protocolos para la protección de abejas

La reconciliación ecológica busca formas de modificar los hábitats humanos impactados para mejorar su capacidad de sostener especies salvajes y proteger el medio ambiente.

La Industria del Golf ha sido líder en la iniciativa a través de la USGA, programa de campos de vida silvestre, el Audubon Cooperative Sanctuary Program, y varios proyectos apoyados por el USGA Programa de investigación de campos de golf y medio ambiente.

El presente proyecto se enfocó en 1) el desarrollo de protocolos para establecer áreas protegidas polinizadoras en roughs naturalizados como fuente de enemigos naturales, que proporcionan un control biológico de pestes en césped cortado, y 3) desarrollar mejores prácticas de gestión (MPG) donde los Superintendentes puedan evitar hacer daño a las abejas y otros polinizadores cuando apliquen insecticidas.

El progreso relacionado con los objetivos 1 y 2 fue resumido en TERO (http://usgatero.msu.edu/v13/n2-44.pdf). Este informe resume el nuevo trabajo relacionado principalmente con el Objetivo 3.

Cerca de 50 especies de abejas nativas, entre ellas varias raras y en peligro de extinción, fueron documentadas en la Operación Polinizar: plantaciones de flores silvestres establecidas en 5 campos de golf de Kentucky. (TERO: Marzo-abril de 2014).

Además, el trébol blanco, que es común en los roughs secundarios y en los alrededores de las áreas de juego, recibió la visita de cerca de 40 especies de abejas nativas, incluyendo las que están en peligro de extinción (http://link.springer.com/article/10.1007/s10841-014-9694-9). Hemos demostrado que además de proporcionar alimentos para larvas de la mariposa monarca, lugares naturales de algodoncillo común en campos de golf, proporcionan recursos florales (néctar y polen) para docenas de especies de abejas.

Un artículo que aborda cómo los biólogos conservacionistas pueden trabajar con la industria del golf para promover la educación ambiental está en preparación para la revista nacional. Nuestro proyecto documenta los beneficios de los campos de golf naturalizados como espacios polinizadores, y como piedras angulares para el movimiento de las especies migratorias (por ejemplo, las mariposas monarca) entre los restos de origen natural en zonas urbanizadas.

Los insecticidas sistémicos se utilizan en campos de golf para controlar las plagas destructivas como gusanos blancos, gusanos cortadores, y gorgojos. Los neonicotinoides, en particular, están bajo intenso escrutinio público y regulatorio por su presunto papel como factor de disminución de las abejas.

Aunque el consenso científico es que las enfermedades de las abejas y parásitos, la pérdida de hábitat y los cambios en las prácticas de apicultura son los principales impulsores del descenso de las abejas, con la exposición a los insecticidas como un factor agravante, lo último es un blanco fácil para la culpa.

Hemos evaluado los riesgos de los insecticidas para los polinizadores bajo un uso realista de los escenarios, que ayuden a desarrollar las mejores prácticas de gestión (MPG), que permitirá a la Industria Verde mejorar el uso de los insecticidas de una manera que no haga daño a los polinizadores. Hemos probado su transferencia dentro del néctar de malas hierbas o en pequeñas gotas en el césped que, si es lo suficientemente alto, podría ser peligroso para las abejas u otros insectos que se alimentan de tales goteos. Aplicamos imidacloprid y clotianidina al césped con trébol blanco, seguido de irrigación, y se utiliza LC-MS/MS para analizar residuos en flores de trébol que fueron rociadas directamente durante la aplicación, o formadas después de la primera siega.

Residuos de imidacloprid en el líquido de exudación de las plantas cultivadas en el campo se evaluaron de manera similar. También alimentamos el néctar y el goteo a Orius, un pequeño bicho que es sensible a los neonicotinoides dietéticos, como bioindicador de la toxicidad de los exudados.

Es importante destacar que los residuos en el néctar de flores formados después de la siega se redujeron de 99,4 a 99,8% en comparación con el néctar de flores directamente pulverizadas y no tóxicas para Orius.

Los niveles muy bajos de imidcloprid presente en el goteo del césped es poco probable que represente un peligro para las abejas. La transferencia sistémica de los neonicotinoides en el néctar del trébol blanco parece relativamente baja y transitoria.

El peligro para los insectos que no son el objetivo, a través del néctar de las malas hierbas con flores en césped tratado, pueden ser mitigados al adherir una precaución en la etiqueta y segar para eliminar flores de malezas si son rociadas inadvertidamente.

Los insecticidas neonicotinoides, si se abusan de él, tienen el potencial para dañar los polinizadores. En otro experimento, intencionalmente se rociaba gran cantidad a las flores del trébol blanco presente en el césped, una violación de las restricciones de la etiqueta de no aplicar tales insecticidas para las plantas que las abejas pueden visitar.

Las colonias de abejas expuestas al rociado de las flores mostraron una reducción de la búsqueda de provisiones, pesadez en el vuelo, y fracaso en su reproducción, es decir, crear nuevas reinas.

En particular, las colonias expuestas al césped después de que se segaron y las nuevas flores que se habían formado no mostraron efectos adversos (Http://www.plosone.org/article/info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.pone.0066375).

Chlorantraniliprole (Acelepryn), un insecticida químico relativamente nuevo, no perjudicó a las abejas, incluso cuando se alimentaban mientras las flores eran rociadas.

Fuentes:United State Golf Assosiation of America
Traducido por: André López
Corregido por: Ing. Javier Schaab

Fuente: Turfes.com

 
 
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