El ánima “Marque aquí” y el tesoro de la hacienda Las Mercedes

El ánima “Marque aquí” y el tesoro de la hacienda Las Mercedes

Gracias al relato de Daniel Mendoza, caddie “A” del Valle Arriba GC y autor de una versión de la fábula del fantasma “Marque Aquí” que aparecía en la hacienda Las Mercedes, donde se erigió el Valle Arriba GC, podemos compartir con los lectores y seguidores de la revista Fairway

Caracas, Venezuela, 1 de Abril del 2017 (www.revistafairway.com).- EL Valle Arriba Golf Club tiene su ariento en los terrenos de la hacienda “Las Mercedes” propiedad de Enrique Eraso y de Mercedes Eraso de Rodríguez, quienes la adquieron de José María Eraso, el 24 de jnio de 1903.

A principios de los años cuarenta, cuando empezaron a establecerse en Caracas, ejecutivos de la naciente industria petrolera y ante la negativa del Country Club de facilitarle la práctica de su deporte favorito convinieron en buscar un terreno idóneo para la prácticadel golf y otras actividades sociales; para ello negociaron la hacienda “Las Mercedes.”

De sus inicios hay innumerables leyendas, anécdotas, etc. Según los habitantes de los cerros que circundan a Las Minas en Baruta, y parte de la hacienda Las Mercedes, habían muchas historias de un fantasma que deambulaba de un lugar a otro por estos lares y es nada más y nada menos que el “Marque Aquí.”

El ánima “Marque aquí” y el tesoro de la hacienda Las Mercedes (cortesía La Milla de Oro de Caracas)

 

Cuentan que se les aparecía a las personas solas y les pedía que fueran al pie de un árbol donde supuestamente tenía guardado su tesoro. Según la fábula, un día un trabajador de la hacienda Las Mercedes se encontró un señor trajeado de blanco y con sombreso de paja, que le expresó:

_ “¿Tú me quieres sacar de pena?” El trabajador le contestó que si, inmediatamente. El señor con traje y sombrero lo condujo hacia un árbol de ceiba y el dijo: _ “Vas a venir sólo… a la medianoche.” Y a continuación le advirtió: “Lo que te he confiado no se lo debes decir a nadie. A nadie más –recalcó- porque de lo contrario no tendrás lengua para contárselo a nadie más.”

El obrero se retiró del lugar, pero no se aguantó y le contó a un vecino y un compañero del trabajo, quien, entusiasmado, se ofreció a acompañarlo. Cuando llegó la medianoche, en vista de que no se aparecía el obrero por ningún lado, su vecino lo buscó a buscar y lo encontró tendido en la calle, sin vida y con la lengua afuera.

Ánima de Marque Aquí de Las Mercedes (cortesía Desde La Plaza)

 

El ánima “Marque aquí” del Valle Arriba: asesino o pirata?

Otros relatos de “Marque Aquí” dicen que a principios del siglo XX se popularizó el cuento de que en ese lugar en la hacienda Las Mercedes espantaban, en donde aparecía la figura de un hombre alto y delgado cuyo rostro cubierto con enorme sombrero de ala daba miedo a los transeuntes que se aventuraban por aquella zona a altas horas de la noche.

Cuando todos los faroles se apagaban, éste fantasma se les aparecía montando un caballo blanco y al primero que se encontrara lo montaba con él (¡Para caerse muerto en el acto!).

El fantasma los obligaba que lo acompañaran hasta la hacienda Las Mercedes, donde llegaban al sitio, en un lugar rocoso y lleno de arbustos, les decía: “marque aquí – cerca del paso del río La Guairita, donde está la actual Policía Municipal.

Esto quería decir que el pobre y tempobloro incauto debía cavar en ese lugar hasta encontrar un tesoro y. luego, les pedía una misa para el descanso de su alma amenazándolos con que los dejaría cinco meses mudos si no mantenía en secreto su aparición y el lugar del entierro.

Los vecinos de El Güire comentan todavía anécdotas sobre esye espanto, el cual según cuentan, merodeaba por las calles de El Hatillo, Baruta, Santa Rosa de Lima y Chacaito. Se … les aparecía a quien anduviera solo, durante la noche y le pedía que fueran al pie de un árbol donde tenía su tesoro, exigiéndole guardar el secreto y regresar al lugar después de la medianoche.

Según presuntos testigo, vecino del barrio “Barrilito,” cerca de Piedra Azul, se le acercó la figura de un hombre a caballo que le ordenó que lo acompañara. Su voz cavernosa y grave, con un marcado acento castizo. Aterrado aceptó la invitación. Subieron por El Peñón y luego siguieron por la quebrada de Baruta. El recorrido fue silencioso. Una vez en terrenos de la hacienda Las Mercedes el jinete se detuvo, le dijo el famoso “marque aquí.” Después de pedirle que hiciera unas misas de descando, le advirtió que no contara a nadie lo sicedido porque podía quedarse mudo por espacio de cinco meses. El entonces muchacho no supo cómo llegó a su casa, pero no pudo evitar contarle lo ocurrido a sus padres, y desde ese mismo momento quedó mudo durante cinco meses.

Fuentes:

 
 
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