Dejemos tranquilo a Tiger

Dejemos tranquilo a Tiger

Artículos, videos, reportajes, entrevistas a expertos son algunas de las cosas dedicadas a un solo tema los últimos días: el arresto de Tiger Woods por conducir intoxicado. Versiones, abundan; comentarios por demás subjetivos, dolosos y sin sentido hay cientos más.

Esta columna no la destinaré a narrar los hechos, y mucho menos a criticar a un personaje que en su carrera y en su vida ha hecho más cosas positivas que negativas. La dedicaré a la afición volátil que con cada triunfo defiende y en la crisis destruye.

Hay que comprender lo que aparentemente – pareciera ser la verdad- sucedió. Tiger ha recibido un exceso de tratamientos médicos, quirúrgicos que le han afectado físicamente, emocionalmente y en su carrera. Por lo que de acuerdo a sus declaraciones y el mismo -y poco necesario- video que existe sobre su arresto, explica que “una mezcla de pastillas lo intoxicó”.

La gente, en furor y disfrutando otra nota roja más del golfista, escriben “que pena su inconsciencia”, “ahora alcohólico”, y demás expresiones dañinas. Lo que la gente le falta ver es que en las pruebas de detección de alcohol salió limpio, y su intoxicación fue por otras circunstancias como lo explique arriba.

Con una declaración tan pronta como fue posible, un Tiger Woods endeble físicamente afirmó “me hago responsable completamente. No fue por alcohol, lo que sucedió fue una reacción inesperada a mis medicamentos recetados.”, desconcertado comenta que “no sabia que la mezcla de dichos fármacos me afectarían tanto”.

No puedo abogar totalmente por el caso del jugador, sin embargo me parece coherente tanto su reacción en el triste video en donde se encuentra totalmente desorientado como en su explicación.

Creo que esta vez, tenemos que darle el beneficio de la duda, a una persona que lleva suficiente tiempo tratando de regresar a lo que algún día fue como golfista. De hecho, estoy 100 por ciento de acuerdo con lo que señala Martin Kaymer, aunque también debo señalar que entiendo que los medios de comunicación como Golf Channel Latin America cubran una noticia de gran interés como la de Tiger y su arresto.

Pero creo que, cuatro días tras su arresto, llegamos a un punto en que ya sabemos todo lo que debíamos saber. En un mes más se conocerán algunas consecuencias legales y posteriormente sabremos si Tiger podrá regresar a las canchas con éxito. ¿El resto? No es necesario que lo sepamos.

Este es un momento clave para apoyar y creer en una figura extraordinaria que ha aportado un cambio radical al golf. Dejar de criticar sin sentido, e investigar las circunstancias, no caer en el grupo de personas interesadas en un buen rumor o historia, sino ser una afición que otorga el beneficio de la duda.

Si, ha sido decepcionante la caída de su carrera, empero hay circunstancias que no van ligadas a ese tema, y causan interés.

Personalmente espero salga adelante como ser humano, que su tratamiento mejore y si de alguna manera desarrolló alguna dependencia a sus medicamentos, que tenga el tratamiento idóneo. Simplemente no es justo hundir y humillar a personas que cometen errores, o bien que sufren circunstancias tan incidentales como esta última.

Los invito a apoyar, no con una palmada en la espalda puesto que no precisamente es correcto como ha llevado su vida, mas si evitando comentarios humillantes y denigrantes a cualquier persona.

Dejemos tranquilo a Tiger. De seguro él tendrá una red de apoyo que lo ayudará a salir adelante con éxito. Al menos eso es lo que esperamos todos los que amamos este deporte.

 

Por Nina María Iniestra de la Riva Golf Channel Latinoamérica

 
 
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