El golf consolida su crecimiento en la Costa del Sol y deja atrás la crisis

El golf consolida su crecimiento en la Costa del Sol y deja atrás la crisis

Los clubes de la provincia, con más de 70 campos, comienzan a invertir en reformas, organizar torneos ‘amateurs’ y contratar personal tras casi una década de recortes

Los clubes de golf malagueños por fin salen del hoyo. Tras casi una década sumidos en la encrucijada abierta por la crisis económica y agravada por la subida del IVA, los campos comienzan a invertir en reformas y a contratar personal. Los excelentes datos turísticos de 2016 y el impulso de nuevos torneos profesionales y amateurs han resultado claves para confirmar la recuperación del sector, que en la Costa del Sol mueve cerca de 900 millones de euros anuales entre ingresos directos e indirectos. La provincia de Málaga, con más de setenta campos, es uno de los principales destinos de golf europeos, un deporte especialmente atractivo para la economía por el alto poder adquisitivo de sus usuarios.

El crecimiento del sector, que ascendió a un cuatro por ciento de media según cifras de la Diputación de Málaga, desbloquea una situación que obligó a cerrar varios clubes durante los peores años de la crisis, entre 2012 y 2014. Por entonces, a la delicada coyuntura económica se sumó la mencionada subida del IVA, un revés inesperado que para los campos significó un salto en la tributación del 8 al 21 por ciento. Pese a las reiteradas peticiones de la Junta de Andalucía y de la Real Federación Española de Golf, e incluso de algunos referentes políticos cercanos al Gobierno central, como Esperanza Aguirre o José Manuel Soria, el Ministerio de Hacienda se niega a considerar el golf como una actividad turística, algo que permitiría aplicar el tipo reducido. La subida provoca que los clubes españoles compitan en inferioridad de condiciones con otros destinos con menor carga impositiva.

La mayoría de clubes optaron por asumir la subida sin aumentar los precios, una decisión que acarreó consecuencias nefastas en la rentabilidad y la gestión de los campos. En otros casos, como el de Añoreta Golf, la situación resultó insostenible. «Intentamos asumir la subida del IVA durante los primeros meses, pero fue desastroso», explica José Antonio Garrido, director adjunto del club axárquico, cuya caída de ingresos obligó a una reestructuración de personal que destruyó varios empleos, un escenario que comienza a revertir: «El año pasado ya abrimos la contratación y en 2017 también queremos ampliar la plantilla».

El descenso de los patrocinios, principal motor de los cientos de torneos amateurs que se organizan cada año en la Costa del Sol, ha supuesto otro de los caballos de batalla del sector durante la crisis. Para los pequeños clubes de socios, como El Candado Golf, donde el número de jugadores apenas varía, la falta de ayudas privadas ha resultado un mazazo. Su gerente, Carlos Saavedra, recuerda que antes de la crisis «organizábamos más de veinte campeonatos amateurs al año», una cifra que ha disminuido hasta menos de la mitad: «Todos los meses había empresas que impulsaban torneos, y eso facilita la promoción del golf y beneficia a los clubes. Ahora hay un repunte de nuevo que esperamos que se mantenga».

Aumento de precios

Como otros recorridos de su zona, el club Torrequebrada, en Benalmádena, ha introducido «un pequeño aumento» de los precios «viendo las expectativas del aumento de la demanda», un escenario que permite «incrementar la calidad del campo y ofrecer un mejor servicio». La directora de Negocios del club, Ana Nyblom, confirma la recuperación del sector tras una crisis «que empezamos a notar en 2008» y de la que la mayoría de campos malagueños no sacaron cabeza hasta 2016: «La empresa asumió el incremento del 13 por ciento de IVA y apenas hemos podido tocar las tarifas hasta ahora». El aumento de turistas procedentes de destinos nacionales e internacionales resulta un factor clave para comprender el buen momento por el que atraviesan los clubes de la Costa del Sol, especialmente en la franja occidental, donde los visitantes atraídos por este deporte gastan una media de 130 euros diarios, una cantidad muy superior al gasto de los turistas de otros segmentos, y prolongan su estancia en torno a los once días.

El ‘caddie master’ del Parador de Málaga Golf, Indalecio Ballesta, recuerda que, antes de la crisis, el campo se vio obligado a dejar de aceptar socios «porque no admitía tantos». El recorrido malagueño cuenta ahora con cerca de 450 inscritos, casi la mitad que en su mejor época: «Hemos recuperado bastantes socios y también recibimos turistas de países que no han sido grandes emisores aquí, como Italia o Francia». El aumento de los ingresos ha permitido poner en marcha reformas que, en infraestructuras complejas como los campos de golf, no son nada baratas. Solo la remodelación de una calle ha ascendido en el Parador a cerca de 30.000 euros.

El regreso de torneos profesionales a España ha impulsado en los últimos meses decenas de reformas en los campos de golf andaluces. El Circuito Europeo vuelve a incluir el destino en su calendario y los clubes quieren aprovechar la oportunidad, conscientes de la proyección de este tipo de campeonatos. El Real Club de Golf de Valderrama, que a finales de año acogerá el Andalucía Masters, cancelado por la crisis tras la edición de 2011, ha invertido cerca de cuatro millones de euros en remodelar su recorrido. Tras un lustro sin impulsar eventos internacionales de golf, la Junta de Andalucía ha apostado por este sector y destinará casi un millón de euros para la organización del Masters, que reunirá a los mejores jugadores europeos en San Roque. Se calcula que el torneo gaditano tendrá un impacto económico indirecto de unos 50 millones de euros y un impacto directo en la zona de unos 4,5 millones.

 

Fuente: SUR.es

 
 
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