Monumento a la Historia del Golf y el Turismo

Monumento a la Historia del Golf y el Turismo

Eso es el Coral Gables Biltmore Hotel, Monumento Histórico Nacional, tanto por su hermoso y épico edificio como por su legendaria cancha de golf de más de 90 años, con apoyo de las históricas fotos de William A. Fishbaugh

Conocer del Coral Gables Biltmore Hotel & Golf es hablar del nacimiento del turismo en el estado de Florida y mucho más, porque se trata de un Hito Histórico Nacional e ícono para la arquitectura americana con influencia española o veneciana, caracterizado por su torre Árabe Giralda, con instalaciones de muchos y particulares atributos e innovaciones, pero también se destacó por ser un escenario natural de estrellas de cine y teatro, músicos y cantantes famosos, personalidades de todo tipo, desde la realeza, políticos, empresarios, deportistas, e incluso, militares y mafiosos, pasaron por este emblemático hotel, donde uno de los escenarios principales de encuentro y socialización, era justamente la CANCHA de GOLF, con más de 90 años de historia.

Pasearnos por sus hoyos de golf, es transportarse al pasado, es sentir la presencia de la historia en el presente, es disfrutar de un escenario mágico por trayectoria y autoridad, y entender el valor de lo relevante, de lo digno de todo resguardo y elogio, más si el GOLF fue, y sigue siendo, parte de esa gloria que primero se soñó, luego se creo, después se renovó, y hoy se mantiene con conocimiento de causa, como un digno estandarte al reconocimiento del arte, de lo bello, de lo elaborado, y del reconocido potencial que posee el GOLF como instrumento turístico, desde entonces y con más fuerza en el presente, hoy Biltmore se eleva con visión de futuro y posteridad.

Eso es el Coral Gables Biltmore Hotel, el resultado de la visión del joven promotor inmobiliario George Merrick (1886-1942) por los años de 1924, conceptuado como la pieza central de un suburbio señorial al que llamó “La Ciudad Bella” (Coral Gable), contrastando la exuberancia del paisaje del sur de la Florida con rasgos de la arquitectura italiana, árabe y española, con todas las comodidades de un gran hotel que fuera el sueño de todo huésped, donde uno de sus principales atractivos era el GOLF.

Para llevar esto a cabo, Merrick se unió a John McEntee Bowman, magnate del Hotel Biltmore, en el apogeo del boom inmobiliario de la Florida, y este contrató al renombrado arquitecto Leonard Schultze y S. Fullerton Weaver, un contratista y promotor, con quienes habían diseñado el Atlanta y Los Ángeles Biltmore’s, además del Grand Central Terminal de New York, el Hotel Nautilus de Miami Beach (luego sede del Mt. Sinai Medical Center) y la famosa Torre Miami Daily News (ahora Torre de la Libertad).

Del mismo modo, Bowman anunció que el proyecto era de 10 millones de dólares que incluiría hotel de 400 habitaciones, club campestre, edificio de servicios, canchas de polo, tenis, una enorme piscina de 150 x 225 pies, y una cancha de GOLF de campeonato Par-71 de 6.800 yardas, diseñada por el principal arquitecto de campos de golf del momento y uno de los pioneros del diseño de canchas de Golf en Estados Unidos, Donald Ross (1872-1948), abriéndose primero la cancha en enero de 1925, y un año después, el 14 de enero de 1926, se estrenó el hotel Biltmore con una magnífica ceremonia inaugural que terminó siendo el acontecimiento del año, cuando se encendió por primera vez la Torre Giralda del Biltmore que podía verse a millas del lugar, y donde asistieron unas 1.500 personalidades del mundo de la farándula, el cine, el deporte, la política, y la alta sociedad del noreste del país, quienes bajaron en trenes marcados “Miami Biltmore Especials,” iniciando así una era histórica del sur de la Florida.

Con el desafío de las pausas económicas de la época en Estados Unidos a finales de 1920 y principios de 1930, el hotel Biltmore prosperó apoyado en las grandes orquestas de la Era oro del Jazz, desfiles de moda, bailes de gala, y espectáculos acuáticos de todo tipo, tanto en la gran piscina de 23.000 pies cuadrados con nadadores sincronizados, bellezas tomando sol, luchadores de cocodrilos, y el niño prodigio de 4 años (Jackie Ott) con acto que incluía salto desde una plataforma de 85 pies de alto, como en sus salones con bodas elaboradas y en su espectacular cancha de golf con torneos de clase mundial.

El hotel Biltmore de Coral Gables también tuvo su etapa social de interés nacional, cuando con motivo de la II Guerra Mundial el departamento de guerra lo convirtió en un enorme hospital, apodado el Army Air Forces Regional Hospital, luego de conllevar ciertas adaptaciones para su uso no todas muy felices, permaneciendo como hospital administrado por veteranos hasta 1968, además de servir inicialmente como Escuela de Medicina de la Universidad de Miami. Posteriormente, después de un importante esfuerzo de los oficiales de la ciudad, se le concedió la propiedad a Coral Gables por el programa Ley Monumentos Históricos y el Legado de Parques, para luego recibir una completa restauración para llevarlo a su antigua gloria, lo que tomó unos cuatro años y unos 55 millones de dólares, abriéndose el 31 de diciembre de 1987 como un hotel resort cuatro estrellas.

Posteriormente pasa a manos de un consorcio multinacional liderado por Seaway Hotels Corporation como dueño y operador, y en 1996 se convierte Monumento Histórico Nacional nombrado por el Registro Nacional de Lugares Históricos otorgado sólo al 3% de todas las estructuras históricas, y la Ciudad de Coral Gables le invirtió 3 millones de dólares al también histórico campo de campeonato de 18 hoyos, diseñado por uno de los fundadores de la industria de golf en Estados Unidos. Ross nació en Dornoch, Escocia, fue aprendiz del Viejo Tom Morris en St Andrews, pero pasó la mayor parte de su adultez en Estados Unidos convirtiéndose en ciudadano de ese país, y terminó diseñando unas 400 canchas que se le atribuyen, de las cuales 157 canchas fueron antes de 1922, siendo una de ellas el Country Club de La Habana, Cuba, en 1911, pero siendo entre las más famosas Pinehurst No.2, Seminole GC y Oakland Hills.

Entre las personalidades que pasaron por sus salones y habitaciones, se bañaron y disfrutaron de los espectáculos en su épica piscina, así como se asolearon en sus escénicas terrazas y/o en los jardines de legendario campo de golf, estuvieron el Duque y la Duquesa de Windsor, Ginger Rogers, Judy Garland, Bing Crosby, Babe Ruth y Al Smith, Bobby Jones y Sr. y Sra. Burdine, Esther Williams y Johnny Weissmuller (Tarzán), e incluso Al capone y algunos de los miembros de la familias Roosevelt y Vanderbilt, como lo fue en su presidencia Franklin D. Roosevelt, entre muchos más.

Y en la era moderna sigue siendo tan visitado como en sus inicios, hospedando estrellas como Silvestre Stallone, Sharon Stone, o Cindy Crawford, convertido también en escenario de películas y series de TVcomo, Bad Boys, CSI: Miami y Miami Vice, Shock Waves (1977), y para los creyentes, hasta fantasmas se dice viven y conviven con los huéspedes de hoy en día.

Mi concepto de la perfección incluye una ronda de golf matinal en el Donald Ross Classic del Biltmore, seguida por un almuerzo muy cerca del hoyo 19. ¡Estoy listo para regresar!,” declaró Stephen G. Cadenelli, ex-presidente de la Asociación de Superintendentes de Canchas de Golf de América (CGCS), seleccionado recipiente del 2014 CGCS Col. John Morley Distinguished Service Award.

Apoyo:

Fotos: Fishbaugh, W.A. (William A.), b. ca. 1873/ Florida Memory y otras Fuentes

 
 
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